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Weekend Argus (Sudáfrica)16 Oct 2021
EL 29 DE SEPTIEMBRE, el Tribunal de Justicia de la UE anuló la antigua práctica de los acuerdos comerciales y pesqueros de la UE con Marruecos en una rotunda victoria para el pueblo saharaui.
En primera instancia, el tribunal rechazó la solicitud de inadmisibilidad, a favor del Frente Polisario, confirmando la legitimación – « aunque ese reconocimiento se limite al proceso de autodeterminación de ese territorio ». « Además, su participación en ese proceso implica que tiene la autonomía y las competencias necesarias para actuar en ese contexto ».
La afirmación del Tribunal Europeo no es sólo una acusación a Marruecos y a su homólogo europeo infractor de la ley, sino una confirmación de la independencia del pueblo saharaui.
El Sahara Occidental sigue siendo la última colonia de África. España fue su ocupante inicial y posteriormente fue colonizado por Marruecos en 1975, tras la retirada de España.
Desde entonces, el pueblo saharaui lucha por su autodeterminación y libertad.
A pesar de que el conflicto ha captado la atención internacional y de las resoluciones de la ONU que confirman el derecho del Sáhara Occidental a la autodeterminación, Marruecos persiste en su ocupación ilegal.
La opresión marroquí se ha traducido en graves violaciones de los derechos humanos, presos políticos, violencia contra las mujeres y los niños, zonas infestadas de minas terrestres, un muro construido para la separación y el robo de minerales y otros recursos, entre ellos el del fosfato y la pesca, como es el caso de este escenario.
El Frente Polisario ha recibido la autoridad y la confirmación de representar al pueblo saharaui ante los tribunales europeos, lo que no había sucedido en el pasado, y tal falta de respeto fue rechazada por el tribunal en su presentación de que los « beneficios » no pueden sustituir al « consentimiento ».
El tribunal, en su sentencia excepcionalmente decisiva, indicó además que las relaciones de la UE con Marruecos no estaban en absoluto calificadas por defecto para incluir al Sahara Occidental de sus amplias interacciones, lo que entonces no limita la sentencia al comercio y la pesca, sino al consentimiento con respecto al territorio del pueblo saharaui.
En este caso, el tribunal consideró « que, en la medida en que los acuerdos en cuestión se aplican expresamente al Sáhara Occidental y, por lo que respecta a la decisión relativa a dicho Acuerdo de Asociación Pesquera Sostenible, a las aguas adyacentes a dicho territorio, afectan a la población de dicho territorio y requieren el consentimiento de su pueblo ».
El conflicto sigue agravándose entre Marruecos y el Sáhara Occidental con el objetivo de que la República Árabe Saharaui Democrática luche por su autodeterminación, como sentencias emitidas anteriormente por el Tribunal de Justicia de la UE en 2016 y 2018.
El desconocimiento deliberado por parte de la UE y Marruecos respecto a las sentencias anteriores fue la inclusión sin escrúpulos del territorio del Sahara Occidental como parte del acuerdo comercial y pesquero, con exclusión de la población del Sahara Occidental, en principio del Frente Polisario, y la connivencia con supuestos 18 operadores y políticos marroquíes en el avance del beneficio con la UE.
En el análisis final, el tribunal concluyó que el demandante « no tuvo suficientemente en cuenta todos los factores pertinentes relativos a la situación en el Sáhara Occidental y consideró erróneamente que disponía de cierta discrecionalidad para decidir si cumplía con ese requisito ».
El tribunal se limitó a confirmar que la agresión y la colonización del Sáhara Occidental por parte de Marruecos no deben ser discrecionales, y subrayó la necesidad de la no invasión y la liberación completa del pueblo saharaui.
El reconocimiento de la soberanía e independencia de la República Árabe Saharaui Democrática es definitivo para comprender que un Estado debe ejercer su firmeza en la protección de sus recursos, minerales, aguas, tierras, personas y determinación. No puede ser que en un análisis geopolítico cualquier invasión con fines de enriquecimiento de la colonización autoimpuesta por Marruecos quede sin afrontar las consecuencias del derecho internacional.
Es la fuerza de la justicia y la equidad que ha prevalecido en la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas lo que hay que celebrar y aplicar.
No hay legalidad en las acciones de Marruecos.
Marruecos sigue demostrando que el robo de recursos y el abuso de la soberanía de la RASD como Estado es un flagrante desprecio de los principios consagrados no sólo en el Acta Constitutiva de la UA, en los instrumentos e instituciones internacionales, sino en el derecho internacional.
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas lo ha rechazado y, en mi opinión, considera dicha invasión como un acto de terror contra el Sáhara Occidental.
A pesar de que numerosos tribunales a nivel internacional han declarado ilegales los barcos marroquíes en posesión de los recursos del Sáhara Occidental, Marruecos no ha demostrado ninguna medida correctiva.
La necesidad de un referéndum y la consecución de la independencia total del Sáhara Occidental hace tiempo que debería haberse producido. Sin embargo, está claro que los tribunales han confirmado que la victoria es segura.
Weekend Argus, 16/10/2021
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