El sueño de Marruecos : la desaparición de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf

La existencia de los campamentos de refugiados saharauis en la región argelina de Tinduf es el elemento esencial que garantiza la longevidad de la causa saharaui. Su presencia es el factor que recuerda a la comunidad internacional que la población de la antigua colonia española del Sáhara Occidental fue forzada al éxodo cuando Marruecos invadió ilegalemente un territorio que sigue clasificado por la ONU territorio no autónomo pendiente de descolonización.
Las tiendas de lona y las casas de adobe son motivo para que la prensa internacional siga hablando del conflicto saharaui y contribuya en la defensa de los derechos del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia.

Por todas estas razones, las autoridades de Marruecos so conscientes de que mientras existan estos campamentos, el mundo no dejará de hablar de los saharauis y seguirá obrando por una solución justa para que estos refugiados vuelvan a sus hogares que abandonaron hace casi 50 años.
Los marroquíes también son conscientes que después de tantas décadas, Argelia no dejará de defender la causa de estos refugiados. Por los tanto, la única solución es buscar un medio para que desaparezcan por sí solos.

Según un oficial de la DST marroquí que operaba en la ciudad ocupada de Smara, el único medio para lograr este objetivo es crear una situación de inseguridad que obligue a los refugiados a buscar otros lares para su supervivencia.

Los recursos para desestabilizar la situación de seguridad utilizados por los servicios secretos de Marruecos son diversos. Empezó con una campaña contra las ayudas humanitarias ofrecidas por las entidades oficiales como la ONU y la Unión Europea. Viendo que esta campaña no dió ningún resultado, el Majzén cambió de método. Oscilan entre fomentar el tráfico cannabis y de comprimidos psicotrópicos hasta el atentado contra la autoridad del Frente Polisario en los campamentos alentando conflictos tribales, el desorden, la subversión y el crimen.

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