El viaje oficial de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz Pacheco, a Marruecos los días 11 y 12 de septiembre, ha indignado al movimiento solidario con el pueblo saharaui por la falta de referencia a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.
La presidenta y secretaria general del PSOE de Andalucía fue recibida el día 12 por sorpresa por el rey Mohamed VI en el palacio Real de Tetuán. Previamente hizo una ofrenda floral en el Mausoleo de Mohammed V y Hassan II y se entrevistó con el jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane, y con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Salaheddine Mezouar.
La presidenta andaluza no tocó temas “delicados”, como los Derechos Humanos o la inmigración, lo mismo que tampoco hizo Felipe VI en su primer viaje oficial a Marruecos en julio. Susana Díaz dijo que se trataba de una visita institucional diseñada en colaboración con el Gobierno de España. Según el diario digital El Confidencial llevaba “una agenda política de primer nivel” cerrada con ayuda directa de la Casa Real española.
Tras la audiencia de Mohamed VI, un comunicado del Gabinete Real destacó “los fuertes lazos de amistad y las densas relaciones de cooperación” entre Marruecos y Andalucía y señaló que “la historia compartida, la proximidad geográfica, la riqueza de los intercambios humanos, la multiplicidad de los intereses políticos y económicos son ventajas principales para el mantenimiento de un nivel de cooperación muy alto entre esta región autónoma y el Reino”. El viaje coincidió con la vuelta de los barcos andaluces a los caladeros marroquíes.
Desde los movimientos pro saharauis, especialmente en Andalucía, se ha criticado la falta de mención al problema saharui y se ha recordado como el Parlamento andaluz se comprometió el 13 de junio de 2013 a hacer llegar « al Reino de Marruecos la importancia de mantener el escrupuloso respeto a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental”.
Especialmente crítico ha sido Miguel Castro Moreno, vicepresidente de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla (AAPSS) y miembro de CEAS-Sáhara, en un artículo reproducido en la mayoría de las páginas web solidarias con la causa saharaui, tanto españolas como de otros países.
Miguel Castro cuenta como el pasado mes de Julio durante la recepción a los niños y niñas saharauis del programa Vacaciones en Paz que tuvo lugar en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, Susana Díaz intentó impedir “que se hablara de la situación de los campamentos de refugiados” y “del calvario al que los saharauis están sometidos en el Sáhara Occidental bajo la ocupación político militar marroquí”. Afirma Castro que la presidenta exclamó: “… este no es el sitio para hablar de política, los debates en el Parlamento”, pero que “a pesar de su enfado y su injustificado proceder, se dijo lo que se tenía que decir en esas circunstancias, aunque los medios de comunicación allí presentes no lo divulgaron”.
El vicepresidente de AAPSS afirma que cuando un mandatario de cualquier territorio español visita Marruecos se le pide que se interese por la situación de los presos políticos saharauis, por los Derechos Humanos en los territorios ocupados, etc., pero que plantear esto a Susana Díaz no sirve para nada “dada su posición política”.
Castro se pregunta qué pensará de esta visita el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas (IU), que desde el inicio de la legislatura y de la coalición de gobierno PSOE/IU viene prometiendo ir a los campamentos de refugiados, visita que retrasa para ser coherente con las posiciones de sus socios de gobierno, no tener que retratarse con el Polisario y no enfadar a Mohamed VI.
La promesa “hasta la victoria final” de Felipe González
En un blog sobre el Sáhara Occidental Susana Díaz es presentada como “alumna aventajada de Felipe González en servilismo ante Marruecos” y se recuerda la “traición” al pueblo saharaui del dirigente socialista.
El 14 de noviembre de 1976 Felipe González, 34 años, y con dos al frente del PSOE, dijo en los campamentos de Tinduf cosas como “…nuestra repulsa y nuestra reprobación por el acuerdo de Madrid de 1975”, “el Frente Polisario es el guía recto hacia la victoria final del pueblo saharaui…” ”lo más bueno del pueblo español es solidario con vuestra lucha”, “ … el Gobierno no sólo ha hecho una mala colonización sino una peor descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios…” y, especialmente, “Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final.”
En la canción “Shouka” (“La espina”) Mariem Hassan, la más reconocida cantante saharaui, contesta las palabras ante los refugiados saharauis del entonces secretario general de los socialistas: “González te escuchamos con respeto y te abrimos nuestras jaimas. Tienes muy mala memoria, nos cerraste todas las puertas al llegar al poder. ¡Ya no te respetamos! ¡Eres el lacayo del invasor! Confundes justicia y oportunismo, no distingues entre el bien y el mal. Ganaste el poder con discursos brillantes pero, al final, terminaste vendiendo armas a Marruecos. Tus palabras se las llevó el viento, ….creímos en ti y nos engañaste. ¡Felipe!: ¡Nos has fallado! No hay rosas sin espinas. Y su veneno es mortal”.
El tema del Sáhara siempre estuvo ausente en los viajes del socialista Manuel Chaves a Marruecos como presidente de la Junta, pero sí lo citó su sucesor José Antonio Griñán en la visita que hizo en septiembre de 2009, Declaró que era interesante la propuesta de una autonomía bajo soberanía marroquí propuesta por Marruecos, lo que originó polémica, especialmente en su comunidad.
En Andalucía se vive con mucha simpatía y afecto la causa saharaui, hasta el punto de que en octubre de 2001 se hizo una consulta pública y más de 125.000 personas respaldaron en las ocho capitales andaluzas la propuesta de la Plataforma Cívica Andaluza para apoyar el referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, tal y como se decidió en el Plan de Paz de la ONU.
Uno de los principales actos de la campaña, que duro dos semanas, se realizó el 25 de octubre en el Parlamento Andaluz. De los 394 diputados, funcionarios, personal y periodistas acreditados que participaron en la votación, 381 dijeron sí al referéndum y 372 se pronunciaron a favor de que el Gobierno español acredite a la delegación del Frente Polisario en España como único y legítimo representante del pueblo saharaui.
Dos días después, Marruecos retiró a su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka. Según la diplomacia marroquí la llamada del embajador no se debió a ningún caso concreto, sino a un « cúmulo de situaciones ». A los pocos días el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, explicó que Rabat estaba molesto con la actitud tomada por España en dos cuestiones de gran sensibilidad nacional: la inmigración y el Sáhara Occidental. « Tenemos derecho a preguntarnos sobre la reacción de las autoridades españolas si una región marroquí hubiese organizado un referéndum respecto a la soberanía de España », dijo Benaissa.
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