La ONU deja que todo siga igual, un año más, en el Sáhara Occidental

La Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO)  seguirá un año más sin acometer  el objetivo para el que fue creada, la celebración de una consulta entre los saharauis para que decidan su futuro, al haber acordado el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prorrogar un año más su mandato sin variaciones.
El Consejo de Seguridad tampoco ha atendido las exigencias saharauis, apoyadas por la Unidad Africana, gran número de países y numerosas organizaciones internacionales, de incorporar a la MINURSO la vigilancia de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental -como ocurre con otras misiones internacionales de la ONU-, a lo que se opone tajantemente Marruecos, ocupante del territorio desde la salida de España a finales de 1975.
En su resolución, presentada por EEUU y adoptada por unanimidad,  el Consejo reitera su apoyo a las gestiones del enviado especial de la ONU, Christopher Ross, e insta al Frente Polisario a Marruecos a reanudar el diálogo para llegar a una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo saharaui. Se hace una mera referencia a la necesidad de mejorar la situación de los Derechos Humanos en la zona y en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
La MINURSO se estableció en el Sahara Occidental 29 de abril de 1991 para  verificar el alto el fuego al que habían llegado El Frente Polisario y Marruecos y “organizar y asegurar la realización de un referéndum libre y justo, y dar a conocer los resultados”, según las propuestas de arreglo aceptadas el 30 de agosto de 1988 por las dos partes.
Pero la MINURSO no ha conseguido organizar el referéndum para el que fue creada por la oposición de Marruecos y el Consejo de Seguridad ha prorrogado  su mandato ya en 43 ocasiones; hubo años en los que se hicieron varias renovaciones –en 1999 hasta siete- y a partir de 2008 las prorrogas pasaron a ser anuales.
Frente Polisario: Francia, un obstáculo para la paz
El  Representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, declaró tras la decisión del Consejo que acogían con beneplácito la posición clara e inequívoca expresada por la Unión Africana y condenaban “la posición de Francia, que sigue siendo el principal obstáculo para una paz justa y duradera en el Sáhara Occidental”.
“El proceso de paz en el Sáhara Occidental, dijo Bujari, no puede permanecer indefinidamente rehén del chantaje del ocupante marroquí. Mantener el statu quo actual puede llevar al colapso de los esfuerzos de las Naciones Unidas y, en consecuencia, a lo desconocido en una región que se enfrenta a tantos desafíos”.
Pidió al Consejo de Seguridad que asuma sus responsabilidades para garantizar el respeto del mandato de la MINURSO, “que sigue siendo el de garantizar la organización de un referéndum libre y justo para que el pueblo saharaui pueda decidir de manera  libre y pacífica su destino”.
El delegado saharaui destacó de la resolución el apoyo “a las negociaciones directas entre el Frente Polisario y Marruecos para llegar a una solución que garantiza el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación” y señaló que la mayoría de los miembros del Consejo han subrayado su profunda preocupación por la persistencia de la situación en el Sáhara Occidental,  “su apoyo al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y su preocupación por la situación de los derechos humanos violados sistemáticamente por las fuerzas de ocupación marroquíes, y la persistencia de la explotación ilegal de los recursos naturales del territorio”.
Rafael Ramírez, representante de Venezuela, país miembro no permanente del Consejo de Seguridad, acusó al “Grupo de Amigos del Sáhara Occidental” (Francia, España, EE.UU., Rusia y  Reino Unido) de no escuchar las peticiones para que se acometa la vigilancia de los DDHH, lo que llevó al  embajador marroquí, Omar Hilale, a  preguntar si  Venezuela era el mejor ejemplo para hablar sobre derechos humanos.
Román Oyarzun,  embajador de España, que ocupa este año y el que viene un puesto en el Consejo, dijo que tenía que haber un esfuerzo renovado para resolver el conflicto,  que dura ya demasiado, y  que la mejora de la situación de los refugiados era una prioridad.

La resolución del Consejo de Seguridad llega en un momento en el quecrece la desconfianza entre los saharauis hacia la ONU, como lo señala el hecho de que jóvenes de los campamentos de refugiados hayan iniciado una campaña en las redes sociales para que se retomen las armas contra la ocupación marroquí. Esta frustración también se da entre los militares de la República árabe Saharaui Democrática (RASD), como recoge el informe del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre el Sáhara Occidental de 10 de abril de 2015.

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