El juicio se celebró el pasado 12 de octubre y en pocas horas la sentencia estaba sobre la mesa. El tribunal condenó al acusado a 15 años de prisión, pero la familia, al enterarse de que se rechaza la responsabilidad del estado y que no se acuerda la práctica de la autopsia al cadáver mostró su disconformidad. Según explican los observadores internacionales, « los abogados de la familia de Said Dambar argumentan que el expediente de la investigación no está completo, recuerdan que no se ha oído a la familia del fallecido a lo largo de la investigación, que se pidió durante la instrucción del caso la ampliación de la investigación ». Según dicen, objetan que el juez de instrucción no quiso ir al lugar del crimen y recuerdan que han preguntado si el cadáver tiene otras señales de violencia, además del disparo de la cabeza, y si el cadáver tiene más balas, cuál fue la distancia desde la que se efectuó el disparo del que hay constancia en estos momentos.
« La bala que entró por la cabeza, entre los ojos, no presenta orificio de salida, razón por la cual presumiblemente dicho disparo fue realizado a cierta distancia, lo que no concuerda con la versión del imputado », dicen los observadores. Además, apuntan que la investigación no ha aclarado nada de esto. « También se negó la comparecencia en la instrucción y en el acto del juicio de otros habitantes del edificio donde supuestamente se produjo el disparo, pese a haber sido solicitado por la acusación. Existen importantes contradicciones entre la versión de los hechos del imputado y el testigo. La familia de la víctima niega que este consumiera alcohol, cuestión fácilmente constatable con la oportuna pericial forense ». Por todas estas razones los abogados exigen nuevamente que se practique la autopsia del cadáver. Y señalan que en todo caso la práctica de la autopsia no va a perjudicar a nadie. Recuerdan la responsabilidad del Estado por ser policía el condenado y que el acusado no podrá pagar la eventual indemnización que se le imponga a favor de la familia.
Por estos motivos, la situación del Sáhara no parece que vaya a modificarse en los próximos meses. Según Luis Mangrané, a Marruecos las críticas de la comunidad internacional no parecen afectarle y mantiene una situación sobre el conflicto en la que nadie parece interesado en intervenir. Por su parte, Marruecos solo está dispuesto a hablar sobre su plan de autonomía. Por el momento, y tras el desmantelamiento del campamento de la libertad los activistas llevan a cabo pequeñas protestas que son duramente reprimidas por las autoridades, como demuestra el caso que les ha llevado estas semana a Tinduf. « Esta es la situación cotidiana desde el año 2005: algún suceso aparece en los medios cada cierto tiempo pero luego todo desaparece de nuevo », lamentó Mangrané.
Secuestro de activistas
Estas semanas son uno de esos periodos. Tres jóvenes activistas han sido secuestrados en el desierto. Los cooperantes españoles que fueron secuestrados anoche en los campamentos de refugiados de Tinduf, en el Sáhara Occidental.
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