El órgano legislativo de la Unión Africana, reunido entre el 3 y el 14 de este mes en esta ciudad de Sudáfrica, hizo la exhortación tras revisar las recomendaciones de una misión investigadora que visitó esa región el miércoles.
Sahara Occidental es un territorio en disputa. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) reclama la soberanía sobre toda la región, pero Marruecos ocupa 75 por ciento de ésta desde que España se retiró en 1976.
“Lo que Marruecos llama sus provincias sureñas en Sahara Occidental, la RASD lo considera territorio ocupado. Más de 100.000 saharauis han sido desplazados de la zona en los últimos 35 años, la mayor parte de los cuales ahora residen en campamentos para refugiados en el oeste de Argelia”, dijo la parlamentaria panafricana Juliana Kantengwa, de Ruanda, quien presidió la comisión investigadora.
En línea con su misión de promover la paz y la seguridad en el continente, el Parlamento Panafricano envió a la delegación en julio para conocer de cerca la situación en la RASD.
Kantengwa se refirió a la RASD como un gobierno en el exilio, ya que en los hechos funciona en los campamentos de refugiados cerca de la sudoccidental ciudad argelina de Tinduf.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el gobierno argelino ha indicado que hay unos 165.000 saharauis en esos campamentos.
En su informe ante el Parlamento Panafricano, Kantengwa recomendó instar a la Unión Africana, a través de su Consejo de Paz y Seguridad, a que presione a los estados miembros para que impongan sanciones contra Marruecos hasta que reconozca el mandato de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que afirma el derecho de autodeterminación de los saharauis.
Aunque el Parlamento no tiene poder para poner en acción las recomendaciones del informe, Kantengwa subrayó que podía trabajar para crear conciencia en la comunidad internacional.
“Ha sido un conflicto silencioso, pero mientras lo mantengamos en nuestra agenda, las potencias internacionales serán informadas de lo que está pasando en Sahara Occidental”, indicó.
Marruecos hizo una propuesta para poner fin al conflicto. Su llamado Plan de Autonomía le ofrece cierto grado de independencia a Sahara Occidental, aunque mantiene la región bajo soberanía de Rabat.
Además, la iniciativa no permite que los saharauis realicen un referendo sobre su independencia o integración a Marruecos.
Ouaddadi Cheikh Ahmed El-Haiba, parlamentario panafricano de la RASD, afirmó que se trataba de un “plan de muerte”. “Los saharauis quieren ser capaces de determinar su propio destino. No queremos nada más que la independencia”, dijo El-Haiba.
Marruecos abandonó la Unión Africana (entonces llamada Organización de Unidad Africana) en 1984, cuando el grupo reconoció como miembro a la RASD. No obstante, los estados del bloque aún mantienen relaciones diplomáticas con Rabat.
“Creo que la Unión Africana debería poner en práctica sus propias recomendaciones y resoluciones. A pesar de las resoluciones de la ONU, de consejos de seguridad y de organismos de derechos humanos, cada uno afirmando el derecho de los saharauis, Marruecos no está dispuesto a aceptar ninguno de ellos”, dijo El-Haiba.
“Si (los marroquíes) no son sancionados, continuarán actuando como lo hacen en Sahara Occidental, porque sienten que están siendo apoyados por las potencias internacionales”, añadió.
Salah El Abd Mohamed, embajador saharaui en Sudáfrica, dijo a IPS estar muy satisfecho con el informe presentado ante el Parlamento Panafricano.
“El equipo vio lo que estaba pasando realmente en el terreno y cómo los saharauis estaban luchando por su autodeterminación. Le agradecemos al Parlamento por la delegación que envió y celebramos sus recomendaciones”, afirmó.
Kantengwa dijo a IPS que, a pesar de los desafíos que viven en los campamentos para refugiados y la incertidumbre sobre su futuro, las mujeres saharauis tienen esperanza en que su derecho a la autodeterminación será alguna vez reconocido.
La legisladora subrayó que las saharauis desempeñaban papeles activos en la comunidad, y que incluso muchas ocupaban puestos de gobernanza.
Las mujeres son especialmente activas en los campamentos y han asumido totalmente la organización y la provisión de servicios sociales, como salud y educación, dijo Kantengwa a IPS.
Los jóvenes, sin embargo, están menos esperanzados. “La sociedad está dominada por las mujeres. Los pocos jóvenes que había nos dijeron que estaban impacientes por el proceso de negociaciones entre la RASD y Marruecos, y que podría estallar un conflicto armado si este demoraba mucho”, indicó.
IPS, 7 oct 2011
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