Es la hora, la del buen Té, la hora de la armonía, del respeto, de la charla y cambios de opiniones entre los presentes.
Es la hora de saborear la infancia y hacer presente los recuerdos de aquellos que estamos lejos de aquel desierto donde nacimos.
Los tres vasos exquisitos.
En el primero recuerdo a los primeros, Mis Padres de mi alma,
En el segundo recuerdo a mis hermanas y hermano, que son las flores de colores de mi jardín.
En el tercero recuerdo al resto de familia y amistades.
Y así es como yo borro la distancia, al convertirla en puros sentimientos, a la hora de hacer el ritual del té en mi querida España.
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