Pablo Iglesias se ha despachado en el programa Al Rojo Vivo al más puro estilo «casta» intentando ante una incómoda pregunta en relación al conflicto del Sáhara Occidental mantener una pretendida posición de equidistancia y neutralidad, no ser carne ni pescado, en la línea de la que viene manteniendo el Ministerio de Relaciones Exteriores, posición que desde luego cuando hay un agredido y un agresor siempre beneficia a este último aunque se quiera disimular. Ha dicho que su inútil e innecesario tuit en los días posteriores al inicio de la ruptura al alto el fuego no era un posicionamiento a favor del Pueblo Saharaui, pero sí eso ya lo sabíamos todos a excepción de aquellos que le bailan el agua para lo bueno y lo malo, es lo que se llama fe ciega en el líder o timonel.
Al Sr Pablo Iglesias y otr@s
Efectivamente no miente porque no se ha posicionado ya que lo único que hizo en el citado tuit, cuando presentía que tarde o temprano le iba a llegar al cogote el aliento de la sociedad española solidaria con la justa causa del Pueblo Saharaui, fue salir al paso haciendo referencia literal a un extracto de una resolución del Consejo de Seguridad de NNUU en el sentido de que la solución definitiva al conflicto pasa por que «se le permita al Pueblo Saharaui expresarse libremente a través de la convocatoria y celebración de un referéndum de autodeterminación» , pero si esto incluso lo podría suscribir la propia ministra de Relaciones Exteriores, poco sospechosa de ser amiga del Pueblo Saharaui y su justa causa, podría hacerlo simple y llanamente porque figura en la citada resolución y sería contrario al derecho internacional no reconocerlo.
Pero lo que sí es exigible al Sr. Pablo Iglesias que cuando estaba en la oposición hacía mención un día sí y otro también a que tanto él como su partido siempre situarían los principios por encima de cualquier otro interés haciendo suyo el mensaje de que otro tipo de política era posible y necesaria en este país, es que sea consecuente con los mismos en lo que se refiere a los derechos que en este caso concreto asisten al Pueblo Saharaui y, en ese sentido, ponga distancia con el ministerio de Relaciones Exteriores y la presidencia del gobierno condenando públicamente el intento de agresión del ejército marroquí a población civil saharaui con la consiguiente responsabilidad del Reino de Marruecos en la ruptura del alto el fuego, haga mención expresa al derecho que asiste al Pueblo Saharaui a la libre determinación e independencia mediante la convocatoria y celebración de un referéndum, transparente, libre, verificable e imparcial, inste al gobierno a que asuma sin ambages la condición de España como Potencia administradora del territorio que todavía sigue ostentando a día de hoy según la legalidad internacional y que, en ese sentido, proceda a encabezar ante los organismos internacionales una posición firme y digna en defensa de los derechos legítimos que asisten al Pueblo Saharaui.
Esta sí sería una posición política y valiente que estaría en consonancia con lo que dice ser sus principios y sobretodo con lo que opina y defiende la mayoría de la sociedad española a la que pretende representar, si no se atreve a hacerlo como Vicepresidente del Gobierno, al menos tenga el coraje de hacerlo como secretario general de su partido.
Esto no concierne solamente a Pablo Iglesias sino que se lo pueden ir aplicando también el resto de ministros y ministras del llamado ala «progresista» de este gobierno. En ese momento muchos empezaremos a creer en el sí se puede y que otra forma de hacer política es posible, lo demás es vender humo a quien lo quiera comprar.
Alberto Suárez Montiel
Fuente : Facebook
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