El conflicto entre Yassin Al-Mansouri, director de la DGED, y El Hamoushi, director de la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), se remonta a un incidente ocurrido hace cuatro años cuando la BCIJ vigilaba, sin motivo aparente, el domicilio del director de la DGED.
Después de un período de vigilancia cuyo objetivo era la relación entre la esposa de Mansouri y un técnico de instalación de antenas parabólicas, los hombres de El Hammouchi lograron obtener pruebas materiales sobre la relación sexual de la esposa de Mansouri: fotos, encuentros íntimos y llamadas telefónicas realizadas a través del teléfono de su empleada doméstica. El asunto fue transmitido al rey. Enojado, este último llamó a Yassine Mansouri y le dijo textualmente: « Si no lograste proteger tu cu…, ¿cómo vas a proteger a la monarquía? » Mohammed VI le mostró el expediente completo y las pruebas que lo abrumaban.
Después de este flagrante acto de adulterio, El Mansouri terminó divorciándose de su esposa. Psicológicamente marcado por esta terrible experiencia, no logró salvar su segundo matrimonio con una mujer que no se llevaba bien con sus hijos.
Una pregunta acechaba la existencia del amigo de infancia del rey de Marruecos: ¿Por qué estaba siendo vigilado por los hombres del BCIJ y su esposa implicada en este asunto? Empezó a sospechar que El Hammouchi había organizado todo este tejemaneje para destruir su carrera y su familia.
El conflicto entre los dos hombres se convirtió en un conflicto entre los dos aparatos estatales que dirigían. Si bien la naturaleza de su trabajo impone el deber de cooperación entre los diferentes servicios de seguridad, cada uno de ellos continuó vigilando al otro para encontrar puntos vulnerables que pudieran ser explotados. En este contexto, El Hammouchi procederá a la destitución de Abdelhaq Khiam tras el descubrimiento de la complicidad de este último con el jefe de inteligencia exterior marroquí.
El Hammouchi es un experto en métodos poco éticos para reprimir las voces críticas contra el régimen y cuyo elemento básico es su vida privada y sexual así como las falsas acusaciones, la difamación, el atentado contra la reputación de ciudadanos como el caso de los periodistas Tawfiq Bouachrine, Omar Radi, Souleimane Raissouni, Mohameed Radi Ellili, responsables del PJD, el oficial de policía Wahiba … etc. Dos páginas web, Sahara Wikileaks y Chouf TV, cuyas relaciones con los servicios de seguridad no son un secreto para nadie, se encargan de hacer el trabajo sucio. Mansouri declará a algunos de sus confidentes que sospecha que El Hammouchi está detrás de las maquinaciones contra su persona y su familia.
La falta de eficacia provocada por el conflicto entre los dos hombres y la mala salud del rey crearon un terreno fértil para la aparición de otros personajes como Nasser Bourita, Akhannouch y Saleh Tamek.
Akhannouch y Bourita aprovecharon la situación para empujar a Mohammed VI a participar en la carrera de normalización con la entidad sionista con el fin de proteger a la monarquía en un contexto caracterizado por las crisis económicas y sociales, las consecuencias de la pandemia en Marruecos y los peligros de la guerra en el Sáhara Occidental.
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