Desde la vuelta a la guerra en el Sáhara Occidental, en España se suceden las peticiones al Gobierno para que intervenga en apoyo del pueblo saharaui y se celebre al referéndum de autodeterminación.
En los territorios ocupados por Marruecos se ha intensificado la represión contra civiles saharauis, incluidos niños, sobre lo que el Gobierno de Pedro Sánchez permanece en silencio.
Amnistía Internacional dice que es una necesidad apremiante la observación e información imparcial e independiente de la ONU sobre los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
Alfonso Lafarga.-
Las manifestaciones y expresiones de apoyo a la causa saharaui pidiendo al Gobierno de Pedro Sánchez que se implique para que el pueblo saharaui pueda decidir su futuro se suceden a diario en España desde que el 13 de noviembre Marruecos rompió el alto el fuego firmado en 1991 con el Frente Polisario, ocasionando la vuelta a la guerra en el Sáhara Occidental.
Corporaciones autonómicas y locales han mostrado su solidaridad con la causa saharaui, instando a la celebración del referéndum como vía para garantizar la paz, mientras que desde diversos colectivos se recogen firmas para que España no olvide su responsabilidad con la excolonia, a la que traicionó y entregó a Marruecos hace 45 años.
Es el caso, entre otras, de la campaña lanzada por FiSahara (Festival Internacional de Cine del Sáhara) con la participación de Javier Bardem, Clara Lago, Isabel Coixet, Alberto Ammann y Viggo Mortensen, que piden al Gobierno que intervenga para parar la guerra y que España deje de ser cómplice de la situación que padece el pueblo saharaui.
Pero estas peticiones, como las formuladas por varias formaciones políticas, son como gritar en el desierto: el presidente del Gobierno da la callada por respuesta.
Mientras, en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí se ha incrementado la represión, como ha denunciado el ministro saharaui de las Zonas Ocupadas y la Diáspora, Mohamed Luali Akeik. Afirma que desde la vuelta a la guerra las autoridades marroquíes ejecutan “un plan sistemático para reprimir a los saharauis en las zonas ocupadas, sin exceptuar a niños, ancianos o mujeres”.
Según el ministro saharaui ha habido un desplazamiento sin precedentes de cuerpos de seguridad marroquíes a todas las zonas ocupadas del Sáhara Occidental, para “sembrar el terror y reprimir a los saharauis con todos los medios posibles”, cercando las ciudades de El Aaiún y Smara, atacando los hogares de los saharauis, a los que no dejan salir de sus casas, y “abandonando a los activistas en mitad del desierto después de torturarlos”.
Acoso a los niños en los territorios bajo ocupación marroquí
Lo ha dicho también Amnistía Internacional (AI) el 30 de noviembre: a la operación del ejército marroquí (la entrada en Guerguerat) “siguió una represión de activistas saharauis por parte de la policía de Marruecos, con registros en viviendas, aumento de la vigilancia y arresto”, y “a medida que aumentan los enfrentamientos entre Marruecos y el Frente Polisario, se incrementa la presión sobre activistas locales de derechos humanos y simpatizantes de la autodeterminación saharaui”.
Para AI “ahora más que nunca es una necesidad apremiante la observación e información imparcial e independiente de la ONU sobre los derechos humanos en el Sáhara Occidental”.
Ante el acoso del que son objeto los niños en el Sáhara Occidental ocupado, Por un Sáhara Libre (PUSL) realiza una recogida de firmas para denunciar ante la ONU, la Cruz Roja Internacional, UNICEF, la Unión Europea y la Unión Africana las amenazas y golpes que padecen los niños, que en ocasiones son secuestrados, maltratados y abandonados en las calles.
Un caso extremo es el de Hayat, una niña de 12 años que fue arrestada en la escuela y sometida en el cuartel general de seguridad marroquí a torturas psicológicas y físicas por haber dibujado una pequeña bandera saharaui en su bata; fue obligada a cantar el himno marroquí, arrodillándose y besando la imagen del Rey de Marruecos.
Y ante lo que ocurre en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí continúa el silencio del Gobierno de España, el mismo que el 15 de noviembre publicó un comunicado condenando “categóricamente” y con “rotundidad” la colocación, ese día, de una bandera saharaui en el consulado de Marruecos en Valencia por unos manifestantes.
En el Sáhara Occidental ocupado, del que España es de iure la potencia administradora, en noviembre se ha intensificado la represión y la violación de los Derechos Humanos, así como en ciudades del sur marroquí con población saharaui y en las cárceles marroquíes con presos políticos saharauis, como muestra la siguiente relación, aproximada, según organizaciones sociales y medios de información saharauis y españoles.
#SaharaOccidental #Polisario #Marruecos
Soyez le premier à commenter