El 14 de Noviembre de 1975 España firma los nefastos “Acuerdos Tripartitos de Madrid” con Marruecos y Mauritania mediante los cuales comparte provisionalmente la administración del territorio sin ceder la soberanía y abandonando luego unilateralmente sus responsabilidades en el Sahara Occidental, incumpliendo los compromisos adquiridos con el pueblo saharaui y con la comunidad internacional.
La declaración política estipula que España transferirá la administración del Sahara Occidental (pero no la soberanía). Esa transferencia se hace a una administración temporal tripartita compuesta por España, Marruecos y Mauritania.
La ONU no ha considerado ni a Marruecos (ni, en su momento, a Mauritania) como potencias administradoras del territorio del Sahara Occidental que sigue figurando en la lista de la ONU de territorios pendientes de descolonización. Para la ONU el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio pendiente de descolonización. Nunca ha reconocido a Marruecos como potencia administradora.
Junto al acuerdo político existían unos anejos secretos, de los que sólo una parte ha sido filtrada. Los anejos secretos económicos estipulaban la cesión a Marruecos del 65% de la empresa FosBucraa que explotaba los ricos yacimientos de fosfatos del Sahara a cambio de que España obtuviese derechos de pesca para 800 barcos durante 20 años. Los acuerdos en materia de pesca fueron perturbados por los ataques saharauis contra los barcos de pesca españoles.
El 24 de noviembre llegaba a Aaiún el nuevo gobernador marroquí, Ahmed Bensuda, con una amplia escolta policial, y a primeras horas del 11 de diciembre entran en la capital las fuerzas marroquíes, unos 2.000 hombres, que se instalan en los acuartelamientos abandonados por España. Para estas fechas ya se ha producido el primer ataque del Frente Polisario contra las tropas marroquíes concentradas en el antiguo cuartel de la Legi´ón española. El 27 de noviembre el comandante Pardo de Santayana, del EM del Sector, entregaba Smara al coronel Dlimi cuyas unidades llevaon a cabo una cruel represión contra los habitantes de la ciudad.
Mauritania no inicia su invasión hasta el 10 de diciembre, después de haber sido equipada en parte con material marroquí. Los mauritanos se dirigen hacia Tichla y Güera, donde encuentran una fuerte resistencia del Frente que no consiguen expulsar de la localidad sino después de diez días de duros combates.
El 20 de noviembre ocupan Tichla y se dirigen a Auserd, donde fueron paradas por los combatinetes saharauis. Al mismo tiempo es atacado el tren de mineral de hierro de Zueratt a Nuadibú y las instalaciones de la antigua Miferma en Zueratt; la extracción de hierro comienza a tambalearse. A primeros de enero de 1976 tienen lugar diversos combates en la zona de Dajla y en Aargub. Para poder forzar la entrada de la península de Río de Oro los mauritanos necesitaron el apoyo militar marroquí, que dejará en la ciudad un contingente de 1.200 hombres. A mitad de enero hay fuertes combates en Ain Ben Tili y Bir Nzarán. El ejército de Mauritania, muy débil para la invasión proyectada, aumenta sus efectivos hasta 6.000 hombres.
A principios de 1976 las últimas tropas españolas abandonan los territorios saharauis reembarcando en transportes de la Armada: Mientras se evacua Villa Cisneros, se escuchan los tiroteos que sostienen el POLISARIO y el Ejército Mauritano. Las últimas fuerzas españolas saldrán de Villa Cisneros, Dajla, el 12 de enero. A partir de ese momento la guerra en el Sahara es a tres bandas entre el POLISARIO, Marruecos y Mauritania, cuya renuncia en 1979 dió el tiro de gracia al Acuerdo Tripartito de Madrid.
Soyez le premier à commenter