Marruecos se sentará junto a la delegación saharaui en las reuniones de la Unión Africana, ya que su solicitud de adhesión no está sujeta a ninguna condicionalidad tendente a congelar o excluir a la RASD de la UA. El Acta Constitutiva de la Unión Africana prevé la suspensión de un Estado miembro sólo en caso de un golpe de Estado. Por lo tanto, Rabat necesitaría al menos una mayoría de 2/3 (36 Estados miembros) para reformar los estatutos de la UA e incluir una medida específica para la RASD.
Pero incluso una medida de este tipo deberá estar justificada legalmente, según el think tank ISS África, que añade que en el plano político, la falta de consenso – dada la fuerte oposición de Argelia y Sudáfrica, dos pesos pesados del continente - sería « muy peligroso » y podría amplificar las divisiones dentro de la organización que necesita, al contrario, unificar sus posiciones para tener más voz más en la escena internacional.
Según el ISS, para la expulsión de la RASD, « Marruecos tendrá que enfrentarse al reto de convencer a dos tercios de los Estados Miembros para cambiar el Acta de Constitución con el fin de incluir una disposición que permita poner fin al estatuto de la RASD como miembro de la UA. Sin embargo, dicha modificación de la Ley Constitutiva sería difícil. Una suspensión o expulsión deben ser debidamente motivadas desde un punto de vista jurídico. Si no, será considerada como un proceso arbitrario. Asimismo, no puede depender de la calidad de la RASD como Estado, ya que las actuales disposiciones legales de la UA no aceptan esta línea de razonamiento ».
« Políticamente, esto va a ser muy peligroso para la organización. Una decisión de tal envergadura requiere un consenso. La adopción de una controvertida disposición de este tipo por votación podría ampliar las divisiones existentes en el continente en un asunto que es tradicionalmente el producto de una visión compartida ». añade.
La decisión de algunos países africanos de congelar su reconocimiento de la RASD también debe entenderse tanto como una voluntad de desarrollar las relaciones bilaterales con Marruecos y participar en la reactivación del proceso de negociaciones a través de una posición más equilibrada, pero no necesariamente como un reconocimiento de la pretendida soberanía marroquí sobre el territorio, el derecho a la autodeterminación es un principio al que los países africanos siguen estando en gran medida atados.
Para el partido argelino UDM (Unión de Demócratas Musulmanes), la decisión marroquí de adherirse a la UA es un reconocimiento implícito de la RASD.
En un artículo publicado ayer, UDM dice « Marruecos tuvo la misma actitud con Mauritania a la que no reconoció oficialmente hasta el 29 de Enero de 1970 ».
Efectivamente, añade, en el marco del Tratado de Ifrane (enero de 1969) por el que Rabat renunciaba a sus reivindicaciones de tierras argelinas, Marruecos suprimía en noviembre de 1969 el « ministerio de Mauritania y el Sahara » para mostrar su buena voluntad para solucionar los problemas de fronteras con sus vecinos ».
El artículo señala que « el comunicado publicado a raíz del encuentro del 27 de Mayo de 1970 en Tlemcen entre Boimediène y el rey Hasan II subrayaba que « (…) el desarrollo de sus relaciones (estaba) fundado (ante todo) sobre la integridad territorial (de los países del Magreb) y de la intngibilidad de las fronteras (heredadas del colonialismo) » retenida, en 1964, como principio en la cumbre de la OUA del Cairo.
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