Música femenina para el alma saharaui

Decía la cantante saharaui Aziza Brahim en unaentrevista reciente que “la música, como cualquier arte, forma parte de la expresión de un pueblo” y que, en el caso particular del Sáhara, “es muy importante atender las diferentes expresiones artísticas porque constituyen un aspecto crucial de nuestra identidad cultural”. Son muchos los saharauis que, como Aziza, se marcharon del Sáhara Occidental tras la ocupación del territorio por parte de Marruecos, hace ya cuatro décadas. De ellos, algunos se dedican a la música como arma de reivindicación frente a la injusticia y el tabú diplomático con la monarquía marroquí.

Mariem Hassan, denominada por muchos como la voz del Sáhara y considerada su embajadora musical por excelencia, murió de cáncer el pasado agosto sin haber podido ver a su pueblo libre tras 40 años de invasión. Se fue con 57 años, por lo que vivió prácticamente toda su vida reivindicando la autodeterminación saharaui desde los campamentos de refugiados de Argelia y llevando su voz por todo el mundo.
A través de su música -a propósito o sin pretenderlo- se convirtió también en activista política, lo que le valió una agresión en Madrid en 2009 por parte de un grupo de individuos marroquíes mientras grababa su disco Shouka (2010). Pero Shouka conquistó al público internacional. Sus composiciones musicales de estilo haul recorrieron el globo con sus mensajes clamando libertad y revolución. Se ha convertido en la figura más visible de la música saharaui, con un estilo único que mezcla tradición y presente, gritos de corros de mujeres árabes con punteos de guitarra que bien podrían abrir paso a un concierto de rock.
¡Vivan los revolucionarios!
¡Vivan!
Todos los revolucionarios
preparaos para luchar.
¡Derrotad a los colonialistas!
¡Oh, pueblo saharaui revolucionario!
Somos los revolucionarios
Y la tierra libre saharaui es para los saharauis.
El pueblo saharaui ha conseguido hoy
Una gran victoria
Y en la guerra de la independencia aplastaron a los imperialistas.
Haiyu (vítores), Mariem Hassan.
Como lo fue Mariem, Aziza Brahim es hoy un referente vivo de los cantos a la revolución de los refugiados saharauis. Nacida en un campo de refugiados en Tinduf (Argelia), nunca tuvo la oportunidad de conocer a su padre, quien se quedó en El Aaiún y murió allí un tiempo después. La guerra en el Sáhara Occidental impidió que Aziza y su padre se vieran ni siquiera una vez.
Con sólo 19 años, en 1995, ganó la primera edición del Concurso Nacional de la Canción celebrado en el Festival Nacional de Cultura impulsado por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Sus giras por Europa y África, y muy especialmente por España y Francia, la convirtieron en todo un icono musical de marca saharaui, con canciones en español incluidas. Con cinco álbumes de estudio bajo el brazo, acaba de lanzar su último trabajo, Abbar el Hamada (a través de la hamada), donde narra las sensaciones de cuarenta años de invasión marroquí desde el desierto rocoso donde esperan los refugiados. Actualmente reside en Barcelona.
Hassam y Brahim son dos símbolos de la lucha saharaui, el pasado y el presente de un pueblo muy vivo que sobrevive en campos de refugiados gracias al calmante universal que es la música. Su música. Porque, como dejó escrito Platón, “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.

https://open.spotify.com/embed/album/1TVWhiqo2BlNO1rxB1exn3

http://blogs.20minutos.es/goldman-sachs-is-not-an-after-shave/2016/05/12/musica-femenina-para-el-alma-saharaui/

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