El Presidente de la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se investigue el asesinato de un ciudadano saharaui por disparos de militares marroquíes efectuados desde el muro que divide el Sáhara Occidental.
El fallecido, Achmád Abád Yuli, era un pastor nómada que estaba en las inmediaciones del muro defensivo marroquí recogiendo sus camellos, en la parte controlada por el Frente Polisario.
La muerte del ciudadano saharaui se ha producido días antes de que viaje a la zona el secretario general de la ONU, en un periplo que no incluye ni Marruecos ni el Sáhara Occidental ocupado por imposición de las autoridades de Rabat, aunque si contempla la visita a una base de la misión de NNUU en los territorios liberados por el Polisario.
La muerte del pastor es para los saharauis una grave violación del alto el fuego al que llegaron Marruecos y el Frente Polisario, proclamado el 6 de septiembre de 1991, para realizar después un referéndum de autodeterminación controlado por la ONU.
Representantes de organizaciones de Derechos Humanos saharauis han visto en este incidente una maniobra de Marruecos para impedir la visita de Ban Ki-moon a los campamentos de refugiados en Tinduf y, especialmente, a Bir Lehlu, en los territorios liberados, donde precisamente hace 40 años se proclamo la RASD.
Según la versión facilitada por la agencia Sahara Press Service (SPS), el incidente tuvo lugar el 27 de febrero de 2016 cerca del sector de Güelta , una zona geográfica donde no está permitido el uso de armas por el acuerdo del alto el fuego.
Abrieron fuego sin previo aviso
Informaciones de testigos presenciales citadas por SPS señalan que “las fuerzas marroquíes abrieron fuego sin previo aviso”, mataron a cuatro camellos y después dispararon hacia la víctima y sus compañeros, “que sobrevivieron de milagro”.
La agencia oficial de marroquí MAP, por su parte, afirma que entre las 23 horas y la medianoche del sábado una persona que estaba cerca del muro de defensa, a unos 150 metros, “realizaba movimientos sospechosos y persistentes”, ante lo que dos miembros de las Fuerzas Armadas Reales dispararon un « tiro de advertencia », « en el contexto de las amenazas de seguridad transfronterizas y como consecuencia del recrudecimiento de tráficos de todo tipo y de la multiplicación de intentos de franqueamiento de la línea de defensa ».
Al amanecer, los militares marroquíes vieron que había cuatro dromedarios muertos. La misión de las Naciones Unidas en el Sáhara, MINURSO, que vigila el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario, indicó que también había el cadáver de un hombre.
Mohamed Abdelaziz, líder del Polisario, habla de “crimen contra un ciudadano saharaui inocente por las fuerzas de ocupación marroquí en una zona que está bajo la responsabilidad de la ONU” y subraya “la necesidad de adoptar medidas firmes y severas para hacer frente a semejantes atrocidades”.
“El Presidente saharaui ha recordado que la ONU es la principal responsable de garantizar el cumplimiento del plan de arreglo de las Naciones Unidas en el Sáhara Occidental en todos sus aspectos, incluido el alto del fuego, firmado bajo su supervisión el 6 de septiembre de 1991, en preparación para la organización de un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui”, según SPS.
Abdelaziz exige una investigación justa y transparente, en presencia de las partes en conflicto y la familia de la víctima, “para revelar todas las circunstancias de este cobarde crimen y determinar responsabilidades”.
“La zona que se considera desmilitarizada de acuerdo al alto del fuego ha presenciado en los últimos años muchos casos similares, desde la muerte de ganaderos y sus ganados por explosión de artefactos y bombas y por el fuego directo de las fuerzas de ocupación cerca del muro de la vergüenza, considerado un crimen contra la humanidad”, indica SPS.
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