Athar Sultan Khan, agente marroquí en el ACNUR |
Las autoridades de Marruecos creían haber encontrado una contrapartida al curso de la Historia soltando la cuerda a la corrupción y a la compra de consciencias para esquivar el derecho internacional y asegurarse la colonización del Sáhara Occidental. Pero, dice el refrán saharaui, “la madre del ladrón no siempre soltará gritos de júbilo”.
Las revelaciones del misterioso hacker Chris Coleman24 denuncian las prácticas del embajador marroquí en Ginebra, Omar Hilale, cuya maestría en trucos, artimañas y estratagemas le valió la promoción para representar a su país en la ONU en un intento de recuperar altura de una caída vertical de la diplomacia marroquí. Un personaje que no se para un instante para recapacitar sobre las sumas de dinero astronómicas que gasta en una causa perdida de antemano.
Las documentos colgados por Coleman24 desvelan un escándalo sin precedentes en el seno de la Oficina del Alto Comisariado de la ONU para los refugiados. Muestran cómo el embajador marroquí logró infiltrarse en el entorno de la exComisaria para los Derechos Humanos, Navi Pillay y así manipular todas las acciones que conciernen la gestión del asunto de las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental.
Aprovechando la crisis financiera que atravesaba el presupuesto a causa del incremento de los refugiados con las crisis en Siria y el Sahel, Pillay recibió un cheque de 250.000 dólares para el ACNUDH
“Este giro ayudará a hacer que la Sra Pillay sea más atenta a nuestras preocupaciones en lo que concierne al contenido de la contribución de su Oficina en el próximo informe del SG de la ONU sobre el Sáhara”.
Hilali logró además reclutar a “buenos amigos” pertenecientes al equipo de la Sra Pillay. Entre ellos, el sueco Anders Kompass, Directos de las Operaciones sobre el terreno, el senegalés Bacre Waly Ndiaye, Director des los Procedimientos Especiales. Estos agentes complotaron al máximo contra la mejora de la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
« Gracias a esta estrategia de cerrojo del entorno de la Sra Pillay, el conjunto de los responsables del Alto Comisariado en Ginebra adhiere a las preocupaciones marroquíes”, declara el embajador marroquí en una nota enviada a su central.
Omar Hilali logrará también introducirse en las oficinas del Alto Comisariado para los refugiados gracias a Athar Sultán Khan, Director de Gabinete de Antonio Guterres, Alto Comisario para los refugiados.
“Es el único responsable onusino que comprende bien la complejidad política del expediente del Sáhara y que muestra apoyo y amistad a Marruecos”, dice Hilali sobre Sultan Khan.
Athar conspiró para impedir el encuentro entre el presidente saharaui, Mohamed Abdelaziz, y el presidente del ACNUR, Guterres.
Comunicaba informaciones muy sensibles a la embajada marroquí, consiguió anular un seminario que Kerry Kennedy quería animar el 17 de octubre del 2012 en los locales del ACNUR en Nueva York sobre la situación humanitaria en los campamentos de refugiados saharauis.
Transmitió al embajador marroquí el contenido de las conversaciones del Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, con los responsables del ACNUR.Según Khan, Ross se interesó por el asunto de las visitas interfamiliares y las medidas de confianza.
Consiguió convencer a Pillay para que no sugiriera la ampliación del mandato de la MINURSO a los derechos humanos y para que no se deje fotografiar durante su entrevista con el presidente saharaui.
Khan aspira al puesto de Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara y pidió a Marruecos que interfiera a su favor a través de Francia o Estados Unidos, y así, dice que podrá servir mejor los intereses de Marruecos.
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