José Bautista y Luna Gámez
Río de Janeiro, 3 sep (EFE).- El Gobierno brasileño tendrá que posicionarse respecto al conflicto del Sahara Occidental tras recibir una petición de la Cámara baja para que reconozca el Estado Saharaui y condene las violaciones de derechos humanos en la antigua colonia española, informaron hoy fuentes diplomáticas.
La petición de la Cámara de Diputados, con el respaldo de todos los partidos políticos, fue entregada la semana pasada al Ejecutivo por el representante del Frente Polisario en Brasil, Mohamed Zrug, quien aprovechó la ocasión para conversar sobre el asunto con el viceministro para Oriente Medio y África del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Paulo Cordeiro.
« Brasil defiende una solución justa, pacífica y mutuamente aceptable para el territorio, basada en el principio de la autodeterminación », dijeron fuentes de la Cancillería brasileña consultadas por Efe sobre la petición, aunque no aclararon si Brasil reconocerá la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
En su petición los diputados brasileños piden por unanimidad el establecimiento de relaciones diplomáticas con el Estado saharaui y el apoyo del Gobierno de Dilma Rousseff para que la misión de la ONU encargada de organizar el referéndum de autodeterminación (MINURSO) incluya en su mandato la observación de los derechos humanos en el Sahara Occidental.
El diputado socialista Alfredo Sirkis, autor de la petición aprobada por la Cámara Baja, reconoció que « existe una presión muy fuerte por parte de Marruecos » para que el Gobierno brasileño no reconozca al Estado saharaui.
« Hasta ahora Brasil no se pronunció sobre la violación de derechos humanos en el Sahara Occidental (…) existen grandes intereses de Brasil con Marruecos », dijo Sirkis a Efe.
En los últimos diez años Brasil, uno de los mayores graneros del mundo, multiplicó por seis las importaciones de fosfatos desde Marruecos, según datos de la Organización Mundial del Comercio.
El territorio saharaui controlado por Marruecos posee la mayor reserva mundial de fosfatos, materia prima para la elaboración de fertilizantes agrícolas.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otras organizaciones denuncian desde hace varios años la « sistemática violación de los derechos humanos en el territorio del Sahara Occidental y el expolio de los recursos naturales por parte de Marruecos ».
Por su parte, el representante saharaui en el país, Mohamed Zrug, explicó que el Frente Polisario busca que Brasil adopte una posición como la de México o Sudáfrica, que reconocen el Estado saharaui y mantienen buenas relaciones con Marruecos.
« Existe consenso en el parlamento y no hay motivos para que Brasil no establezca relaciones con la República Saharaui igual que hizo con Palestina », dijo a Efe el diplomático saharaui.
Zrug afirmó que el Polisario mantiene « relaciones muy cordiales y diálogo fluido » con el Ejecutivo brasileño y explicó que el reconocimiento de Brasil « presionaría a Marruecos para que no bloquee las negociaciones ».
Ningún representante del Reino de Marruecos en Brasil accedió a responder a Efe sobre la decisión de la Cámara baja.
El Sahara Occidental es el último territorio pendiente de descolonización según la ONU. Tras la retirada de las tropas españolas en 1975, Marruecos ocupó el territorio y construyó un muro de 2.720 kilómetros que hasta la fecha divide a los saharauis que se refugiaron en el sur de Argelia y los que no huyeron.
En 1991, tras 16 años de guerra, la ONU inició un proceso de paz entre saharauis y marroquíes para organizar un referéndum de autodeterminación que no llegó a celebrarse.
Desde entonces, los saharauis intentan recabar apoyos a nivel internacional para presionar al Gobierno de Marruecos, contrario al plebiscito.
Brasil, Argentina y Chile son los únicos países de América Latina que todavía no reconocen a la República Saharaui. EFE
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