Después de haber sido expulsada de El Aaiún, capital ocupada del Sáhara Occidental, Michelle Decaster, presidente de la Asociación de amistad y solidaridad con los pueblos de Africa, fue secuestrada de nuevo, el lunes, en Tanger, donde se encontraba en el marco de una campaña de apoyo a la militante marroquí de derechos humanos, Wafaa Charaf, que se enfrentaba a un injusto juicio impuesto por las autoridades marroquíes en el contexto de la feroz campaña emprendida por el régimen de Marruecos contra los mlitantes del partido izquierdista Annahd Addimocrati y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
Michelle Decaster presentó una querelle contra la policía marroquí ante el Consulado de Francia en Casablanca.
Marruecos mantiene la antigua colonia española del Sáhara Occidental cerrada a los visitantes extranjeros con el fin de continuar las exacciones y la represión contra la población saharaui, convirtiendo así el territorio saharaui en una prisión de dimensiones gigantescas.
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