Según el ABC del 2 de marzo de 1976, en Bruselas, “la situación política del Sahara se ha convertido en el tema político más importante del Consejo de Ministros Comunitario, a pesar de que no figuraba en el orden del día de la reunión”.
“La internacionalización del problema del Sahara Occidental, con el reconocimiento formal de la Republica Árabe Saharaui Democrática por numerosos países, y las especiales relaciones comerciales que la Comunidad mantiene con esta zona del Norte de África fueron los elementos determinantes en la decisión del Consejo de debatir el tema”, añade ABC.
Por otra parte, el diario publica también la respuesta del primer consejero de la Embajada de Argelia en España, M. Allal a una editorial de la edición del 25 de febrero del 1976 titulada “Respuesta a Argelia”.
A la pregunta de “títulos puede aducir ahora Argelia para impugnar el proceso español?”, Allal dice: “Los mismos títulos que Marruecos y Mauritania. Estos dos países, junto con Argelia, son las “partes interesadas e implicadas” en el proceso de descolonización, por medio de la autodeterminación, confiado por la ONU a España, potencia administradora del Sahara Occidental”.
En cuanto al “cambio de las circunstancias en el que tan callada como decisivamente intervino Argelia”, el diplomático argelino responde que “El cambio de circunstancias se debe, sin duda alguna, a los responsables de la marcha verde, invasión militar extranjera y entrega del territorio”.
“El único juez es el pueblo saharaui, único directamente interesado. Es evidente que Argelia no podía tomar parte en el Acuerdo del 14 de noviembre. Con razón no osaron proponérselo: Argelia no habría participado en el desmembramiento y recolonización de un pueblo”, es su respuesta a “Argelia no puede erigirse ahora en juez de España cuando no quiso ser parte corresponsable en el Acuerdo”.
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