Marruecos no tiene ningún argumento histórico ni jurídico que convalide su invasión al territorio del Sáhara Occidental. Engañan a gobiernos, cancillerías, congresistas, políticos, periodistas y a la sociedad en general sobre que cualquier solución de las Naciones Unidas debe resguardar su integridad territorial.
Marruecos reivindica un territorio que jamás fue suyo. Inventan historias y lo peor de todo es que mucha gente le cree. ¿Y por qué? Porque la gente no lee. No se interesa. El tema está muy lejos. Intelectuales, políticos, diplomáticos, periodistas, incapaces de investigar y que apoyan la tesis marroquí, no solo por desconocimiento, sino porque reciben dádivas y sobornos en forma de viajes con todo pagado a Marruecos.
Basta investigar cuántos periodistas y políticos han sido invitados con el placer de las “Mil y unas Noches” a Marruecos. Hace poco el diario norteamericano “The Washington Post” denunció la sutil corrupción de varios países, entre ellos Marruecos –pagó a 10-, de invitar a congresistas.
“Actualidad RT” mencionaba lo siguiente: Los viajes sufragados por gobiernos extranjeros fueron prohibidos ante el riesgo de que fueran usados por distintos lobbies como un medio para sobornar a los congresistas. Sin embargo, “hecha una ley, hecha una trampa” ya que los legisladores “dejan ‘agujeros’ a través de los cuales pueden burlar la ley”, señala el analista político Alfredo Gutiérrez.
En el caso de los viajes pagados, “existe una excepción que dice que se podrán aceptar en caso de invitaciones por razones culturales”. Es decir, se deja “una ventana abierta para seguir alimentando esta corrupción, explica Gutiérrez.
Presiones en el Perú
Igual sucede en Chile, Argentina, Colombia y muchos países europeos, entre ellos el Perú, en donde se han invitado a decenas de congresistas, periodistas e intelectuales. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, ni hay mentira que dure 100 años.
Los diplomáticos marroquíes se exceden en sus funciones, presionan e incluso amenazan. En mi caso, presionaron a los que publican mis artículos sobre el tema saharaui, pagaron avisos y mediante intentos de invitaciones a Rabat, trataron de neutralizarme. Hasta perdí un trabajo. Me invitaron en dos oportunidades a Marruecos y les manifesté dos condiciones: entrevista con el rey y visita a la cárcel negra, en donde tienen presos y torturados a los saharauis. No recibí respuesta.
Recuerdo que vino el canciller saharaui para América Latina y fue recibido por el vicecanciller peruano y el presidente del Congreso. La embajadora marroquí en Lima, Oumama Aouad, pidió cita a ambos personajes y hasta se atrevió a cuestionar de por qué se recibió al enviado especial saharaui. Uno de ellos le dijo firmemente: “al vicecanciller de la República del Perú nadie tiene que decirle a quién recibe y a quién no”. Y el entonces presidente del Legislativo me comentó que se sorprendió cómo lo encaraba.
En el plan de gobierno de Gana Perú, partido del presidente Ollanta Humala se menciona que se restablecería las relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Se espera aún la decisión. Iba a realizarse en el discurso de asunción el 28 de julio de 2011, pero se dice que por intervención de los congresistas de origen palestino Daniel Abugattás y Omar Chehade, entonces vicepresidente –a instancias de la embajada marroquí- no se incluyó. Y desde esa fecha se ha venido postergando.
Dicha embajada tiene un poderoso lobby en Perú. Y se presenta como “la puerta al mundo árabe”. Amenazan con cerrar su embajada en Lima y a retirar sus inversiones, al gobierno anterior le introdujeron la cizaña que Francia y España se molestarían, si se restablece relaciones con la RASD. Otra mentira. En primer lugar, en varios países del mundo conviven las dos embajadas, sin problemas, así que no se van a ir; en segundo lugar, no tienen ninguna inversión en Perú; y, en tercer lugar, esos dos países europeos no se han molestado ni con México ni con Sudáfrica, por no mencionar otras naciones, por abrigar a las dos embajadas.
Argumento que no se lee, no se quiere saber o se olvida
Marruecos oculta una opinión trascendental, que toda aquella persona que se pretenda conocedora del tema debe saber: La Corte Internacional de Justicia de La Haya absolvió una histórica consulta declarando que “no existe ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara Occidental y el reino de Marruecos y la entidad mauritana”, además existen cientos de resoluciones de la ONU que apoyan la descolonización y los legítimos derechos del pueblo saharaui. El Tribunal concluye que no ha encontrado vínculos jurídicos de tal naturaleza que puedan afectar a la aplicación de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General a la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, al principio de autodeterminación a través de la libre y genuina expresión de la voluntad del pueblo del territorio”. (16 de octubre de 1975).
Esto es concluyente, sin embargo los marroquíes señalan irresponsablemente que los jueces son europeos y no conocen las costumbres árabes. Siguiendo este razonamiento, cuando se publique la sentencia de La Haya en el diferendo limítrofe entre el Perú y Chile, uno de los países podrá decir, igualmente, que esos jueces internacionales no conocen las costumbres latinoamericanas. Eso sería inadmisible.
Marruecos y el Frente Polisario
Los diplomáticos marroquíes cuando se refieren al Frente Polisario, señalan que está integrado por bandidos, terroristas y narcotraficantes. El Frente Polisario –que acaba de cumplir 40 años de fundación-, es el legítimo representante del pueblo saharaui reconocido por las Naciones Unidas. Si fueran lo que dicen, ¿por qué entonces conversan con ellos en la ONU?
Todo es mentira. Si no hay que ponerse a razonar. En los atentados del 11-M a trenes de Madrid ¿quiénes estuvieron involucrados? Marroquíes y ¿en el atentado con bomba en un centro comercial de Bruselas en Bélgica? Otro marroquí. ¿Y de qué nacionalidad eran los siete detenidos por intentar atentados en una tienda comercial, junto al club Ajax, en Amsterdam? Marroquíes. Eso no significa que todos los marroquíes estén involucrados en atentados terroristas, igual sucede con numerosos detenidos marroquíes que fueron capturados en España por tratar de introducir hachís a Europa.
Atentado 11-M en Madrid
En cambio, los saharauis no están involucrados en nada de eso. Además, los numerosos wikileaks de la embajada norteamericana en Rabat descartan la participación de los saharauis en esas cuestiones delictivas, y más bien insinúa la complicidad del Ejército marroquí con el narcotráfico. Cabe mencionar que Marruecos es el segundo productor de hachís en el mundo (acaba de ser desplazado del primer lugar por Afganistán).
De otro lado, los marroquíes acusan al Frente Polisario de ser títeres de Argelia, para que una vez independizado el país, Argel pueda llegar al Atlántico. Todo el tiempo preconizan esa mentira con una agresiva propaganda. Lo que no se dice es que Argelia, durante toda su historia ha apoyado a los movimientos de liberación que luchan contra el colonialismo, que es prioridad en su política exterior.
Los marroquíes tienen montada una campaña publicitaria muy bien estructurada, pagada con el “fondo del rey”, dinero negro que no es fiscalizado.
¿Y las potencias?
España, que continúa siendo el administrador colonial de acuerdo a la ONU, del territorio saharaui, por ser ex colonia española, abandonó al pueblo saharaui y firmó el ilegal Acuerdo de Madrid entregándole el territorio a Marruecos y Mauritania. Este último fue derrotado por el Ejército saharaui y le entregó el territorio que fue rápidamente invadido por Marruecos.
Ejército español en el Sáhara Occidental
España es un importante socio comercial con el feudal reino alauita y tiene dos enclaves en Marruecos, Ceuta y Melilla. Los partidos políticos españoles apoyan la independencia del Sáhara Occidental, pero una vez en el gobierno se alían con Rabat. Más valen las relaciones comerciales y la no reivindicación territorial de esas dos ciudades por parte de Marruecos para inclinar la balanza a favor del reino. ¿Y en dónde están la defensa de los principios y del derecho internacional?
Francia también es aliado de Marruecos, es el primer inversionista y su concepción geopolítica francófona hace que también favorezca al reino. 36 de las 40 más importantes compañías francesas invierten en Marruecos. Acaba de vetar el proyecto norteamericano de dotar a la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (Minurso) de atribuciones de defensa de los derechos humanos, igual posición tuvo Rusia, que acaba de firmar un acuerdo de pesca con Marruecos, que expolia las riquezas marítimas saharauis, con sus buques factorías. París -con el nuevo gobierno de Hollande- ya no menciona que la autonomía marroquí sea la única solución para el territorio del Sáhara Occidental y que el conflicto sea solucionado por intermediación de la ONU, con consideraciones “mutuamente aceptables”.
Estados Unidos, tradicional aliado de Marruecos por razones geopolíticas, ha cambiado de posición y espera una solución justa en las negociaciones en la ONU. Ya Marruecos no tiene “carta libre” para su limpieza étnica en el Sáhara Occidental ocupado.
La angustiosa espera del referendo
El pueblo saharaui sufre el rezago de la Guerra Fría. Como el Frente Polisario es un movimiento de liberación que no se alineó con la entonces Unión Soviética, ni con las potencias occidentales, hoy es “castigado”.
El referendo debe realizarse teniendo como base el censo español de 1974 y debe reflejar lo que desea el pueblo saharaui: independencia o autonomía de Marruecos. Este país no acepta la independencia, y si sucediera el referendo pretende incluir a la invasión de colonos marroquíes al Sáhara Occidental. Misma situación que pretendió Chile al “chilenizar” Tacna y Arica para quedarse con los territorios peruanos. El referendo saharaui debió realizarse en 1992, luego de formalizarse un alto al fuego entre el frente Polisario y Marruecos con auspicio de la ONU. Ya son 21 años de espera.
De otro lado, la propaganda marroquí señala que los saharauis son un pueblo pequeño como para que sea Estado y que no tiene futuro porque el territorio no tiene riquezas. En primer lugar, hay estados más pequeños por habitante, como El Vaticano, Mónaco, San Marino, entre muchos otros.
Los saharauis son cerca de un millón de personas, para 266 mil km2, el tamaño aproximado de las regiones peruanas de Cusco y Madre de Dios juntas. En segundo lugar, en el territorio saharaui se encuentran las reservas de fosfatos más grandes del mundo, un rico banco de peces; hay gas, petróleo y muchos otros minerales, así que sí es viable.
Los marroquíes hablan de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que no existe como Estado porque se encuentra en el exilio. No es cierto. Existe un tercio del territorio del Sáhara Occidental dominado por la RASD, que domina población y tiene instituciones democráticas como Parlamento y municipios. Todo ello configura un Estado, que además, es reconocido por más de 80 países. En cambio, ninguna nación reconoce la invasión marroquí. Eso de “autoproclamada” lo mencionan despectivamente, sin embargo no toman en cuenta que los países americanos también autoproclamaron su independencia.
Epílogo
A pesar de los esfuerzos del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y de su enviado especial, el embajador Christopher Ross, no existe voluntad del Consejo de Seguridad de la ONU de solucionar la autodeterminación del pueblo saharaui, que sufre, en la zona invadida por Marruecos, de abusos, torturas y todo tipo de violaciones a sus derechos humanos. Grande es la indiferencia, que en abril último negó que la Minurso tuviera atribuciones de defensa de los derechos humanos, por el “veto” francés y ruso.
Van 38 años que gran parte de la población saharaui vive en los Campos de Refugiados de Tinduf, en condiciones humanitarias adversas. Los marroquíes vuelven a engañar diciendo que esa población es rehén del Polisario; sin embargo, la ACNUR que está instalada en esos campos no tiene esa misma opinión, pues son refugiados que huyeron de las masacres de la guerra. Los jóvenes que viven allí ven con desazón el letargo en la ONU y quieren ir a la guerra.
Ejército saharaui en la frontera con Marruecos
Si vemos el problema con objetividad: Marruecos invadió un territorio que no es el suyo y pretende perpetuar el statu quo. Es decir, se meten a tu casa, te tienen prisionero bajo tortura y nadie hace nada. ¿Qué queda? Rebelarse, no hay otra opción. La ONU debe obligar a Marruecos a retirarse del territorio, instalar a los Cascos Azules y convocar el referendo o ¿quiere un baño de sangre?
(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera. Analista internacional.
Twitter: @sanchezserra
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GENERACCION, 03 de junio 2013
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