Francia quiere minimizar la presencia de España, China y los EE.UU en Marruecos considerando este país magrebí clave para los intereses de Paris. Para lograr semejante objetivo, la diplomacia gala se esfuerza en conservar la posición privilegiada de la cual goza desde décadas y actualmente está amenazada por nuevos competidores entre ellos España.
El prestigioso periódico francés Le Monde publicó el jueves pasado un artículo sobre los esfuerzos de la diplomacia francesa en Marruecos que persiguen consolidar los intereses galos en Marruecos ante la seria amenaza que representan ciertos países como los EE.UU, China y sobre todo España.
España logró ser en el 2012 el primer socio comercial de Marruecos, y esto ocurrió por la primera vez desde hace décadas. Este dato fue muy comentado por la prensa española y la marroquí el año pasado hablando de una nueva era en las relaciones comerciales. Además, China logró aumentar de una forma espectacular su presencia comercial en Marruecos y todo el Magreb. Mientras que los EE.UU firmaron con Rabat un convenio de libre comercio hace una década.
Consciente de esta competencia feroz sobre todo por parte de España, Le Monde desvela que el embajador francés en Rabat Charles Fries ha creado un Consejo Económico que reúne a los jefes de las grandes empresas y que celebran entre tres y cuatro encuentros anualmente para esbozar planes económicos y averiguar el alcance de los proyectos en vía de aplicación.
Este plan está acompañado con visitas de políticos franceses a Marruecos y también una movilización eficaz ante la administración marroquí para superar todos los problemas que suelen enfrentarse los inversores españoles.
Varios factores están ayudando a Francia a lograr su objetivo y otros no juegan a favor de España. En este marco, en lo político, Francia brinda un apoyo a veces indirecto y a veces directo a Marruecos en el conflicto del Sahara Occidental. Otro factor determinante consiste en que la mitad de los directores de las empresas públicas y privadas en Marruecos se formaron en Francia.
Sin embargo, en lo político, España mantiene una postura políticamente no aceptable por Rabat en el conflicto de Sahara Occidental. Y en cuanto al segundo factor, la presencia de marroquíes formados en España y que se encuentran en las empresas públicas y privadas en Marruecos es muy insignificante.
Alifpost, 13/01/2014
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