Dice la prensa española (aquí va un ejemplo) que el rey Mohamed VI “aplicará las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara Occidental” y que “seguirá con su cooperación con Naciones Unidas y todas las partes implicadas con el fin de avanzar en el proceso de negociaciones. No se dejen confundir por estos titulares engañosos y cargados de falso optimismo que solo tienen un objetivo: vender la mejoría democrática de un régimen gamberro y torturador.
A Mohamed VI no le sirve para cumplir esta falsa promesa cualquier resolución: tiene que ser una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y no de la Asamblea General. Además, en el texto (aquí lo tenéis) el rey dice muy claro que toda esa supuesta “cooperación” tiene otro condicionante: que todo vaya encaminado «en el marco de la unidad nacional y de la integridad del Reino». Es decir, saltándose a la torera el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui reconocido por decenas de resoluciones de la ONU y un dictamen del Tribunal Internacional de La Haya.
Lo suyo es que sea la Cuarta Comisión de la Asamblea General, dedicada a los procesos de descolonización, la que dirima el asunto. Pero a Mohamed VI le viene mejor que en la ONU se discuta del tema como si se tratase de un conflicto cualquiera entre dos partes discordantes, y no como lo que la ONU dice que es, un proceso de descolonización truncado por una invasión que hace 36 años atropelló el derecho internacional que ampara la autodeterminación saharaui. Además, en la Asamblea General las votaciones en las que participan todos los miembros de la ONU nunca le fueron favorables a la causa del anexionismo alauita. Ni siquiera la incondicional alianza de Francia, o su amistad con EEUU, o sus tejemanejes con Inglaterra, Rusia y China le han servido para superar el déficit de votos que tradicionalmente ha padecido en la Asamblea General por el mayoritario apoyo que la causa saharaui ha recibido especialmente desde Latinoamérica y África.
Menuda diferencia para Marruecos con el Consejo de Seguridad donde los asuntos se los guisan y se los comen en petit comité, con las grandes potencias con derecho a veto intercambiando cromos entre sí (yo te doy uno sobre el Oriente Próximo que es tu prioridad, por ejemplo, y tú me das el que yo tanto necesito en el Magreb). Gracias a ello, la MINURSO –la misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental- lleva 20 años mareando la perdiz a gusto de los invasores del Sáhara: sin organizar la consulta que nunca quisieron y, sobre todo, sin señalar el culpable de su fracaso. Menos van a decir ahora que el propio Marruecos acaba de ocupar uno de los sillones de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
PD. Manifestaciones por el Sáhara. Se cumple un año de la tragedia de Gdeim Izik, se cumplen 36 años de la invasion marroquí del Sáhara. …Los simpatizantes de la causa saharaui han convocado actos y manifestaciones (la principal, la gran marcha del sábado contra los acuerdos de Madrid). Se lucha contra el olvido promovido por el propio gobierno socialista, empezando hoy con una protesta ante la embajada de Marruecos. No tienen a su favor el “pásalo” convocando desde Ferraz como en el “No a la guerra” de Irak. Pero, desde los territorios ocupados, los saharauis dan muestras de agradecimiento. Ejemplo de ello son los integrantes del grupo de derechos humanos ASADEDH que, a pesar de la represalia que les puede costar el gesto, se han adherido con un comunicado público a la Carta enviada a la ministra Trinidad Jiménez por varias ONG españolas y saharauis para exigirle que intervenga ante Marruecos para que cese la violación de los derechos humanos en el territorio y España ejerza esas obligaciones con el pueblo saharaui que la ONU, 36 años después, todavía le sigue asignando.
arenas movedizas, 8/11/2011
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