Fue el 30 de agosto de 1925

El 30 de agosto de 1925, el General Pétain (Francia) y Primo de Rivera (España) firman en Algéciras el plan de acción conjunto contra el ejército de Abdelkrim, jefe de la resistencia rifeňa.
Después de la espectacular victoria de Anoual, el 21 de junio de 1921, Abd el-Krim El Khattabi reforzó su poder creando un Estado, la República del Rif, con un gobierno y una administración centralizada. Esta cuestión sigue siendo un tabú en el Marruecos de hoy. El difunto rey Mohamed V había dado su aprobación a la intervención de los franceses para apoyar a los españoles que habían sido derrotado en esa bélebre batalla.
El mariscal Lyautey,  gobernador general en Marruecos desde 1912 escribió en 1925 :  » en presencia de las eventualidades creadas por la espontaneidad y la violencia de la irrupción de los rifeños […], es imposible quedarse en esta situación, so pena, lo digo claramente, de correr el riesgo de perder Marruecos. » Ganó algunas batallas pero fue reemplazado por el general Pétain. El comandante Naulin consiguió vencer a los Rifeños.
El objetivo de esta guerra para las fuerzas francesas y españolas era, en la época, salvaguardar la influencia de Francia y España sobre sus colonias marroquíes, pero también someter a las tribus del Rif a la autoridad del Sultán Mohamed V.
Abd el-Krim fue deportado a la isla de la Reunión en 1926. Cuando se evade en 1947, se instala en el Cairo dónde se convierte en uno de los fundadores del Comité de Liberación del Magreb. Exiliado Abdelkrim, nunca más regresara a Marruecos. Más tarde, antes de su defunción en 1963, Abdelkrim dirá sobre este período (1920-1925), no sin cierta amargura: « vine demasiado temprano. »
El Rif se sublevará de nuevo en 1958-1959. Su movimiento será aplastado por las recientemente creadas Fuerzas Armadas Reales (FAR) dirigidas por Príncipe Moulay Hassan, futuro rey Hassan II. La represión será sangrienta y se quedará en la memoria de todo los rifeňos.
Hoy, los militantes del Rif olvidaron lo que la monarquía alauita hizo a sus antepasados. Para ellos, la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental es una oferta muy tentadora, razón por la cual se alinearon con el régimen marroquí contra las aspiraciones del pueblo saharaui.
A pesar del encarcelamiento del militante rifeňo de los derechos humanos, Chakib Khayari, continúan creyendo en la buena fe de Mohamed VI en lo que concierne a la transición democrática. No sólo traicionaron el espíritu de Abdelkrim El Khattabi, sino que dieron la espalda a los principios sagrados del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y de la solidaridad con los pueblos oprimidos.
Los últimos acontecimientos en el Sáhara Occidental demostraron que la autonomía era sólo una farsa del régimen marroquí para hacer callar la comunidad internacional y llevarla a reconocer la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia española.
El plan de autonomía ha sido descartado y las nuevas negociaciones entre el Frente Polisario y el gobierno marroquí bajo los auspicios de las Naciones Unidas se basan en la búsqueda de una solución basada en el principio de autodeterminación.

Ante esta realidad, el palacio real presentó una nueva farsa llamada regionalización. La hipótesis más objetiva es que los militantes rifeňos sigan creyendo en la buena voluntad de Rabat y sigan a la espera de que el conflicto del Sáhara Occidental les aporte sus frutos. Estan en sus plenos derechos. Al fin y al cabo, soňar es un derecho que nadie puede censurar.

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